Mujer, de cierto se entrelaza
mi verso entre ramos de claveles
que impávidos imploran tu bonanza...
Sea bendita tu paciencia,
sea divina tu hermosura
y taumaturga mi vehemencia!
Mujer, de mí solo tendrás
la muestra más prístina de amor
suave y dulce como miel.
Perla mística, destello de cariño,
panegírico motivo que me inspira
a dormirme en tu regazo como niño.
Para mí eres los sublimes
toques de tierna inspiración
porque mis versos tomas y defines.
No más, no más violencia extraña
que tú mujer eres símbolo dichoso
de labios efusivos y mágica pestaña...
¡Oh mujer, bendita, sublime y coqueta
que eres mi mayor anhelo
recibe mis versos en hojas de violeta!
R. P. G.
Corazón de Jaguar
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