lunes, 12 de septiembre de 2011

Misterios (Soneto III)


He repetido por la noche y día
las cinco letras de tu nombre bello,
e imaginado martillar el sello
de mi amor en tu cuerpo de ufanía.

No volverá mi letra ya vacía
porque estará sujeta de tu cuello,
para sentir lo suave del cabello
que cae sobre tu hombro vida mía.

Nunca creí que fuera el instrumento
para pintar a mi manera loca
el motivo de todo el sentimiento

de gran fulgor que como novio toca;
pero a la luz de un turbio advenimiento
solo me queda el anhelar tu boca...


R. P. G.
Corazón de Jaguar
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