martes, 27 de octubre de 2009

Soledad



¡Soledad, soledad! ¡baste ya vana
gloria del hombre trágica y esquiva,
que así como te sientes toda altiva,
no existe ser que ofrezca a tí una diana!

Ni con tu porte así de cortesana
que esconde tórrida obsesión activa,
caricia frágil, súbita cautiva
que envuelta lleva pose de tirana.

¡Qué mas da que me pierda en el boceto
de la frivolidad de tus recatos
y que mi cuerpo quede en ti repleto,

si esto te impide hurtar esos encantos,
de aquella musa con amor completo,
la inspiración audaz de mis retratos!


R. P. G.
Corazón de Jaguar


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