sábado, 9 de abril de 2011

Gaviota


Aquí me encuentro viéndome al espejo
enfermo de un fastidio empedernido,
y tú, volando hacia el alegre nido
que en un día formamos al parejo...

Me siento a contemplar mi tenue estado
y entiendo que no volveré a mirarte
como la obra más fúlgida del arte
que me vio tanto tiempo enamorado.

¿Y cómo ha de llegarse hasta este punto
en donde mis vivencias van al cielo,
que de cerúleo pasa a verdezuelo
como si fueran perlas de un conjunto?

Más vagaré de norte a sur, oh ave
que llevas en tu pico mis anhelos
y borraré de mí todos los celos
con la blancura de una nube suave.

No pierdo la esperanza de enlazarme
de nueva cuenta a ti, dulce gaviota,
porque en tus castas alas se denota
que siempre en cuerpo y alma tú has de amarme...

 
R. P. G.
Corazón de Jaguar ©
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