¿Y por qué no he de darle gusto al gusto
si tengo ahora todo lo que quiero,
por qué no andar feliz bajo aguacero
si son tus labios manantial venusto?
¡No más calamidad ni más disgusto
que impida ver mi pluma en el tintero,
para enlazar mis letras cual joyero
en un collar que lucirá tu busto!
Como quetzal se han de volver mis brazos
hacia tu fúlgida y jovial cintura,
para estrecharte entre dorados lazos
y pronunciar tu nombre con finura,
¡eres mi bien, mi voluntad y trazos
que con amor mi inspiración procura!
R. P. G.
Corazón de Jaguar