miércoles, 29 de diciembre de 2010

Sentimientos


¿Qué cosa tan divina me embelesa
que tiene sumergido mi boceto
en cúspide y peñasco de cuarteto
que imita tu sentir de gran duquesa?

Mi pluma no es de cuna Aragonesa,
mi escrito no es el clásico soneto
¡y miedo tengo de ganar el veto
de un cruel vivir en lobreguez espesa!

Así viajaré por cruentos caminos
tratando de encontrar una respuesta,
buscando unir al fin nuestros destinos

entre la luna fúlgida y dispuesta,
¡no dudo en apartar estos espinos
y entrelazarme a ti, mi musa presta!

*

Ésta conciencia eterna y trashumante
que a diario grita y gime por su vida,
ya encuentra la razón de tu venida
a mi terruño inhóspito y cambiante...

Y no soy más que un triste galopante
buscando el manantial de tu querida
boca que en la incipiente despedida
se niega a estar en soledad cortante...

¡Oh que ni el más exacto postulado
resuelve este problema que me aqueja!
¿cómo es que llegaré pleno a tu lado

si un mar azul con su frialdad me aleja?
¡a ti seré un andante enamorado
que por amor su tierra y Patria deja!


R. P. G.
Corazón de Jaguar ©
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sábado, 18 de diciembre de 2010

Dualidad


La magia del soneto permanece,
la tinta de una pluma reverbera,
y al tomar mi plegaria pasajera
tu cuerpo se arrebata y se estremece...

Al par del dístico que ya se mece
y de ésta dualidad que es treintañera,
¿quién fuera el núbil que ínclito te viera
diciendo así: "qué's esto qu'acontece?

Porque la pena no será tropiezo,
ni la distancia apartará mi mano
para estrecharte en sombra de cerezo

y bajo el libro de un altar decano,
¡serán mis letras plácido aderezo
del dulce viaje hacia tu suelo hispano!


R. P. G.
Corazón de Jaguar ©
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jueves, 9 de diciembre de 2010

Quimeras (2da. Abstracción)


Mi resplandor de luna que te fuiste
dejándome en tinieblas fementidas,
con manos irisadas y atrevidas
momento trágico a mi vida diste.

No puedo pensar, todo me es despiste
y ni siquiera un verso enlazo con mi pluma,
porque el espejo de tu ardiente bruma
cubrió con negro manto, condenado y triste.

Deambularé como una sombra vil, sin rumbo
por el pantano cenagoso de la pena,
donde la soledad envuelve entre cadena
la fascinación eterna de mi mundo...

Y entre diez mil quimeras vuelvo a verte
con el percal ignoto de una distancia,
que deja en mí su matinal constancia
de inútil realidad que es solo muerte...

Fui un ingenuo y torpe mozalbete
que rodeó como un listón tu acierto,
asemejando tu vivir al huerto
donde el infante prueba su juguete...

La guerra, la otra cara de mi entera
existencia que en la hipótesis juiciosa
que tú le hacías tan jactanciosa
en mi tálamo se vuelve cabecera...

Pensamientos tan dispares
que solo me transportan a quimeras
falsas, insolventes y agoreras
que me impiden recibir tus ósculos lunares...

¡Oh mujer que retomando el cruel tablero
soy el caballo, alfil y el peón que pierde,
manchando con tintura verde
el escenario adusto de tu juego!

¿Y la farola que me muestras en relato
con titilante lucecilla ya me alumbra?
sombra y afán, soledad, penumbra
de un ser que se perdió con su recato...

Porque eras tú niña con vestido inerme
y yo el pequeño que en corcel de pliego
gritaba a toda voz: "¡abran el fuego!"
mientras decías tú: "mi muñequita duerme"...

¿Qué será de mi condición humana
si se desangra mi cuerpo en esta tierra?
yo anhelo paz y tengo guerra
bajo el estruendo de una nube arcana.

Inerme, inerme como tu muñeca
que arrullas entre tus pacientes brazos,
¡cómo quisiera desatar los lazos
de mi pasión que ya se torna hueca!


R. P. G.
Corazón de Jaguar ©
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jueves, 2 de diciembre de 2010

Quimeras (Soneto II)


Ya no más noches de senil desvelo
ni báquicos placeres del hastío,
tomando en el ardiente desvarío
tu piel aprisionada por el cielo...

¿Será tal vez axioma paralelo
la lánguida corriente como río,
que arrastra tus palabras al bohío
donde se aloja el azorado velo?

Que sea para bien mi sacrificio
y no se pierda en mar de los lamentos,
¡si has de tomarme para tu ficticio

afán te pido soledad de vientos,
que no alargues tu mano de perjuicio
y quites de mi perla sus talentos!


R. P. G.
Corazón de Jaguar ©
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jueves, 30 de septiembre de 2010

Gusto



¿Y por qué no he de darle gusto al gusto
si tengo ahora todo lo que quiero,
por qué no andar feliz bajo aguacero
si son tus labios manantial venusto?

¡No más calamidad ni más disgusto
que impida ver mi pluma en el tintero,
para enlazar mis letras cual joyero
en un collar que lucirá tu busto!

Como quetzal se han de volver mis brazos
hacia tu fúlgida y jovial cintura,
para estrecharte entre dorados lazos

y pronunciar tu nombre con finura,
¡eres mi bien, mi voluntad y trazos
que con amor mi inspiración procura!


R. P. G.
Corazón de Jaguar
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Notas


¿De quién es aquella nota
que en el ambiente ya se mece,
y que cual fardo se estremece
al escuchar una plegaria ignota?

Tocó una aldaba de cristal plateado
la rubicunda novia del poeta,
a la luz de una farola quieta
con titilante rostro enamorado...

¡Cuánto anhelo por tocar tu pelo,
cuánta prisa por besar tu boca
y bailar "sobre las olas", nota
al vaivén del amoroso velo!

¡Porque ya nada cruento existe
de lo que alguna vez fue pena
y el brazo del amor rompió cadena
de la nostalgia y la distancia triste!


R. P. G.
Corazón de Jaguar
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martes, 28 de septiembre de 2010

Quimeras (Soneto I)


¿Tan poca cosa soy a tus enseres
que de un plumazo borras mis sufridos
trazos que de ermitaños estallidos
lamentan frustración de tus placeres?

De qué manera muestras que me quieres
con golpes por demás inmerecidos,
que punzan en mi ser como gemidos...
¡oh sangre y gloria vana procederes!

La ninfa que refleja un cataclismo
se posa entre mis brazos presurosa
y en susurro de párvulo sofismo

me ofrece un beso y una pobre rosa,
¡y sin saber ya nada de mí mismo
me pierdo en su ventana misteriosa!


R. P. G.
Corazón de Jaguar




jueves, 9 de septiembre de 2010

Noches de luna (Soneto V)


Y porque has de saber mi amada luna
que en las noches de amargo desencanto
la insensatez furtiva y su quebranto
se desvanecen cual de arena, duna.

Habrá de sonreírme la fortuna,
me alegrará el cenzontle con su canto,
y si quedara algún motivo en llanto
se endulzará como rojiza bruna.

Será como el magnánimo armisticio
la inspiración vivaz de mi poema
y tu beso el final de mi suplicio

al tiempo que corono con la gema
de mi verso tu cándido solsticio,
¡oh tenue luna de beldad suprema!


R. P. G.
Corazón de Jaguar
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martes, 3 de agosto de 2010

Interlunio



¡Ay de mi coraçón porque esta roja
y azorada intención del infortunio
me es a mí súbita lluvia de junio
donde la rüina al amor deshoja!

¿Y por qué me serás crüel congoja
moza que blanca en el casto interlunio,
te muestras como el buen plenilunïo
que de un estío ya me es paradoja?

Me rendiré con braço promisorio
e impávido a tu pïel de ufanía,
¡más cuánto anhelo enlazar mi abalorio

a tu dulce tupé, oh vida mía!
dejad que bese tu pelo notorio
fundiendo mi alma a tu gran fantasía...


R. P. G.
Corazón de Jaguar

jueves, 24 de junio de 2010

Lágrimas




Si a mi mente ya vienes empapada
con las arcanas lágrimas que'l frío
ha congelado en tu semblante pío
como'l adusto acero de l'espada...

¡Has de saber que no me's decorada
esa'ltivez de tu desdén bravío,
ni con aguda espina d'un hastío,
la calidez que guardo por mi amada!

Vuélvete atrás oh soledad postrera
ya que si bien tu beso no me'ncanta,
jamás serás a mí vil agorera

como la ménade d'imberbe planta;
¡porque la musa de mi vida entera
es l'oración eterna d'una santa!


R. P. G.
Corazón de Jaguar

domingo, 30 de mayo de 2010

Sutileza


Y pasando la tarde estoy sin vida
colgado en una atmósfera vedada,
por la ilusión coqueta de mi amada
envuelta en una clámide sufrida...

¿Será que como hábil presumida
de lánguido semblante y mano helada,
te sientes cual Drusila desdichada
volviendo mi existencia torpe huida?

Amo la sutileza de tu boca
pronunciando las letras de mi nombre
y martilladas en cristal de roca

como el anhelo de este pobre hombre
de paso tórrido con pluma loca,
que ha soñado afanoso su renombre...


R. P. G.
Corazón deJaguar

domingo, 23 de mayo de 2010

El vestido negro



Soñé en una noche de tormenta
que tu amor estaba inmerso,
con su ser todo transpuesto
en hojas aromáticas de menta...

No había más que el ruin silencio
que caía en mis manos como lluvia,
gélida gota que la rubia
cabellera te gemía por dentro...

De aquel plomizo advenimiento
nunca supe que mi sueño fue
la visión de tu vestido negro,
melancólico y terriblemente cruel.

Prisionera de tus propias
vacuidades con que clamas
por la esencia etérea de las almas
que no resisten tus inopias...

Y en aquel vestido están los dejos
de todas mis trémulas pasiones,
suplicio eterno de nuestros corazones
cual gemido de un desesperado lejos.

Como se respira en un devocionario
la mística pregunta que no calla,
por la cárdena mutilación de tu metralla
cae exánime mi cuerpo en tu vestuario.

Porque nunca fue la interrogante
ni el más sutil de los encantos,
que me forzó a portarme como nigromante
y soportar en hombros tus quebrantos.

¿Será acaso que tu vestido
que se ajusta a tu figura de belleza
ilusoria y falta de nobleza
hechiza mi pensar y mi sentido?

¡Y me enamoro, en verdad
me enamoro de ti,
porque tu percal negruzco cual hollín
me quita mi visión de realidad!

¡Me seduce tu caricia vana
y tu boca amoratada por el frío,
se embravece toda como un río
apurándose a clamarme toda ufana!

¡Baste, baste ya que si bien
mi sueño se mezcló con tu deseo,
que sea tu ingrávido vestido negro
la efímera diadema de tu sien!


R. P. G.
Corazón de Jaguar


domingo, 21 de marzo de 2010

Violeta (Fragmento)


Bajo la incesante espera
se esta tarde desmayada
se funde mi pasión desmadejada
envuelta en una letra prisionera...
niña, vacilante y dócil hada
que escuchas en el monte los suspiros
de aquellos tórridos zafiros,
¡me duele verte tan desencajada!

Porque el círculo de los momentos
y en el disco imberbe que giró en tu vida
quedó tu alma incólume y sufrida
a merced de los inveterados vientos...
y lloro cual inocente infante
porque en ésa ruleta recorrida
cayó en estrépito y rendida
mi palabra plena y delirante.

Y en el reinado de una primavera vana
donde la reina se vistió con fuerte gloria,
llorosa se oye la jaculatoria
de una virgen fina y provinciana.

¿Qué será lo que espero
si a la par de lo que la tinta escribe,
se percibe el álgido declive
de un amor que equivocó el sendero?

Te amaré en dichas y desvelos
y serás por siempre la violeta
que incesante añoré tener sujeta
al fúlgido placer de mis anhelos...


R. P. G.
Corazón de Jaguar