jueves, 24 de septiembre de 2009

Pensamientos


I

¡Mírate mujer de enhiesta frente
siendo ahora mi motivo humano,
por tu amor sutil yo me desgrano,
mientras tú me miras tan sonriente!

¡Pero no soy mas que un insolente
que pretende con amor de hermano,
acercarse a ti como un decano
y obsequiar el verso de su mente!

Más hoy termina amor mío, baste
porque nunca yo he de ser tu dueño,
que novela con tan ruin contraste

sonriendo vivo y muriendo enseño,
pero sabe que mi afán flechaste
con tu amor que es prístino y fuereño.

II

¿Quién lo hubiera imaginado pleno
engastado cual zafiro arcano,
mi versar que es un sublime ufano
y un cariño que se muestra ameno?

Y mi voz resuena como trueno
en tu corazón ya tan lejano,
de lo que en alguna vez fue llano
y ahora sucumbe bajo el cieno.

Tus ojos que miran el ocaso
de mi propio ser que envuelto viene,
abstracción profunda de gran paso

sublime cosa es, fiel y perenne,
¡que mi propia pluma mire el vaso
de tu audaz sentir que no conviene!

III

Musa núbil de sublime nota
de quien yo me encuentro enamorado,
¡sí, yo soy aquel ilusionado
dadme de tu amor solo una gota!

Porque mi sentir ardiente brota
y en siente en ti muy matizado,
¿mas veis como ahora este sagrado
pensamiento a diario te denota?

Y anhelo yo, pero ya no puedo
siquiera hilvanar un pobre verso,
inerte sucumbo en el denuedo

mas soy así, un cenit converso,
¡oh afán mío que con tu dedo
plasmas cuán procaz es mi universo!

IV

¡Vida que te escondes presurosa
bajo el arrebol de ardiente pena,
sombras y pisadas en la arena,
eres tan incólume y suntuosa!

Tu beso fúlgido, ardiente cosa
y tu canto dulce de sirena,
borra de un plumazo mi condena
¿cómo no ofrecerte ni una rosa?

Y yo soy tan solo un hombre vano
que busca en la esencia de su mente,
explicar su pensamiento arcano

que es futuro y un audaz presente,
¡vedme en un extremo soberano
soñando una utopía inocente!

V

Llamadme y me encontraréis en vela
con mi pluma en mano y un tintero,
leyendo a Othón, Vega y Quintero,
¡ya solo me falta una vihuela!

Se desborda el trazo de acuarela
empapando ese rubí que quiero,
martillar así como un joyero
¡lúcelo graciosa en la plazuela!

Y me despido amor, me despido
bajo el cálido y sutil celaje,
como el ave que abandona nido

vuelo contemplando ese paisaje,
¡mas quien hubiera esto definido
como el más sincero aprendizaje!


R. P. G.
Corazón de Jaguar


No hay comentarios:

Publicar un comentario